Como bien sabemos el vocabulario dentro del fútbol va sufriendo modificaciones a través del tiempo y diferentes acciones de juego o ejecuciones individuales cambian su nombre o su forma de ser analizadas. Podemos encontrar muchísimos ejemplos que a la vez también fueron ejemplos anteriormente en épocas donde el vocabulario del progreso y la… ¿evolución? Modificaban las palabras que definían las acciones y también los puestos de los jugadores dentro del campo de juego, la cuestión es que todos en mayor o menor medida nos vamos “aggiornando” a estos cambios para no quedar fuera del establishment dialectico actual. Y dentro de esta actualidad encontramos dentro del análisis del juego hablar mucho de las ventajas que un equipo debe generar en el desarrollo del juego para tener la posibilidad de superar a su rival. Entonces escuchamos hablar a los entrenadores de ventajas cuantitativas o cualitativas. Pero en verdad a que nos referimos cuando hablamos de eso.
Cuando hablamos de cuantitativo estamos haciendo referencia a un adjetivo que está vinculado a la cantidad, este concepto por su parte hace referencia a una cuantía, una magnitud, una porción o un número de cosas, acá se deja muy en claro que cuando hablamos de aspectos cuantitativos estamos enunciando a aquellos que son de naturaleza numérica y pueden ser contabilizados fácilmente. Si esto lo llevamos al fútbol podemos decir En pocas palabras, si eres capaz de crear situaciones en las que tienes más jugadores en un área determinada del campo, tienes muchas más posibilidades de éxito. Cada equipo tiene once jugadores en el campo, así que tenemos que pensar en diferentes formas de mover a los jugadores para lograr esta superioridad numérica. En comparación con la superioridad posicional o dinámica, esto suele ser más fácil de entender para los jugadores. Pueden visualizar fácilmente una situación 2×1 o una situación 4×3 y pueden comprender lo que se requiere para crear una superioridad. Atacar un espacio crea una ventaja numérica para tu equipo, pero ir a ese espacio sin más, no garantiza que la superioridad se use para crear una ventaja real. Esta superioridad hoy la vemos mucho en los equipos que inician la construcción del juego desde su arco en donde el arquero toma un papel fundamental en esto de generar una ventaja cuantitativa de por ejemplo: Arquero más dos centrales generan una salida de tres ante dos delanteros rivales este 3 vs 2 luego se convierte por pasillo central sumando al volante central y a su par en un 4 vs 3 y así podemos seguir ampliando la cantidad de jugadores que van haciendo saltar rivales al poseedor del balón y que esto vaya encadenando diferentes ventajas cuantitativas a lo largo y ancho del campo. Pero bien como he dicho tener una ventaja numérica no nos da la seguridad de que siempre tengamos éxito, esto lo vemos en nuestras planificaciones de rondós por ejemplo que aun en superioridad 5 vs 2, 3 vs 1 o 4+1 vs 3 los de menor cantidad y estando en inferioridad logran robar la pelota, así que para que se cumpla el objetivo de que la ventaja cuantitativa sea efectiva estará supeditado a nuestras ejecuciones, movimientos y efectividad colectiva de los mismos. Ahora que ya hemos dejado claro lo de tener una ventaja cuantitativa hablemos de lo cualitativo.
Cualitativo es un adjetivo que se emplea para nombrar aquello vinculado a la cualidad (el modo de ser o las cualidades de algo). Un análisis cualitativo se centra en cualidades y características por encima de las cifras. Pero entonces que buscamos o a que nos referimos en el fútbol a una ventaja cualitativa. Esto yo lo podría definir muy simple diciendo que Argentina a lo largo de su historia tuvo con Maradona y Messi una ventaja cualitativa con respecto a los demás ya que La superioridad cualitativa establece la capacidad para nosotros, como equipo o individuos dentro del grupo en sus diversas situaciones 1 contra 1 en todo el campo, para ser mejor que el rival. Esto categoriza cada cualidad técnica o física que tiene un jugador, y se busca activamente situaciones en las que los compañeros de equipo sean simplemente mejores cualitativamente (técnica o físicamente) que el rival más cercano a ellos. Por eso llevándolo a un ejemplo actual Boca Juniors intenta jugar largo con Villa para que el genere debido a su velocidad una ventaja cualitativa al igual que lo hace el Real Madrid con Vinicius Jr. o el PSG con Mbappe. Esta ventaja expone una gran verdad a la que hace reiteradamente referencia Juan Manuel Lillo “Al final de cuentas no se trata de ventajas cuantitativas sino de cuantos buenos tienes tú y cuantos buenos tengo yo “.
Pero claro no solo cuando hablamos de superioridades en el fútbol hablamos de cuantitativo o cualitativo, también se habla de superioridad posicional, superioridad dinámica y superioridad cooperativa por ejemplo. La superioridad posicional del famoso juego de posición y del que seguramente les hablare en otra columna (ya que debido a su influencia contemporánea así lo amerita) tiene entre una de sus premisas avanzar con el balón hacia adelante y encontrar espacio entre las líneas del oponente, tanto horizontal como verticalmente. La superioridad posicional es la idea de posicionar a los jugadores en áreas del campo que dan una ventaja al equipo. Hay dos componentes importantes en la superioridad posicional. El primero es el espacio físico que está ocupando un jugador. Encontrar espacio detrás de la línea de presión del rival puede permitir que la pelota progrese y sacar a los jugadores rivales de su posición. En esta misma línea se encuentra la superioridad dinámica ya que Está algo relacionada con la superioridad posicional y cualitativa hasta cierto punto, pero se trata más del movimiento hacia espacios en lugar de la ocupación del espacio como con la superioridad posicional. No es necesario recibir la pelota en una situación concreta para que sea efectiva, simplemente puede ser un desmarque ficticio que saca a los defensores de su posición, pero el mejor ejemplo podría ser la combinación con un tercer hombre. Por último y la no menos importante encontramos la superioridad cooperativa, todas las demás superioridades mencionadas hasta ahora tienen mucho que ver con los ejercicios trabajados dentro de las sesiones de entrenamiento y pueden ser abordados de manera objetiva, sin embargo, la superioridad cooperativa va más allá de las acciones en el campo de entrenamiento y dentro de los partidos. Va más enfocado a las relaciones sociales que se construyen en el equipo. Estas relaciones son sumamente importantes para cualquier éxito: cuanto mejor se entiendan los individuos del equipo, tanto sus personalidades como sus acciones en el campo, mejor funcionará el colectivo. Es imposible para un rival, saber qué tipo de jugadores se conocen mejor en el campo para intentar impedir que conecten entre ellos. Y es lo que yo llamo el poder de la resonancia empática, eso que se genera entre los componentes de un equipo y que no puede ser visto ya que tiene que ver con las emociones y los sentimientos además de la conexión e interpretación del juego en el mismo lenguaje.
En este fútbol de hoy, estudiado hasta el más mínimo detalle y en el que cada vez se hace más difícil sacar diferencias debido a la paridad táctica, estratégica y condicional con la que nos encontramos y en la que la ventaja cualitativa sigue siendo para mí la que marca las ventajas más importantes obviamente respaldadas por un funcionamiento colectivo para cuando estas no fluyan de la manera que nosotros como entrenadores esperamos. Es fundamental no atentar contra la creatividad de estos jugadores que la poseen generándoles contextos para que fluyan a su máximo potencial. Para finalizar puedo decir que yo posicionaría a las ventajas de la siguiente manera (aunque todas pueden aleatoriamente hacerse presente en determinados momentos del juego): La ventaja cuantitativa en la construcción, la ventaja dinámica en la gestación, la ventaja cualitativa en la definición y la ventaja cooperativa abrazándolas a las demás para poder sacar de esa forma el mayor provecho a las diferentes ventajas en el fútbol.
Diego H. Fernández
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