Tiempo, espacio y engaño afirmaba Menotti que son las aristas fundamentales del fútbol-juego desde su retorica inigualable. Pero de que manera podemos aprovechar racional y efectivamente el campo de juego para someter a nuestro oponente. Cada maestrito con su librito reza una frase que nos identifica a los entrenadores de fútbol ya que todos ganamos y perdemos con diferentes ideas y convicciones. Pero bien sabemos que tanto perder y ganar forman parte de este amado juego pero en una y en otra situación nunca hay que dejar de lado el como. Se puede ganar de forma causal pero tambien (en menor medida) de forma casual y se puede perder de forma casual o causal. Entonces si el resultado no define las formas es importante evaluar de que manera queremos ganar y hasta perder nosotros. Pero volvamos al uso apropiado del espacio en el fútbol algo que abordo hace muchos años el famoso juego de ubicación o posición. Y entre muchos mandamientos que este tipo de juego predica hay uno que esta íntimamente ligado al espacio y geografía del terreno de juego. Así como en las series donde se reúne el concejo de guerra y sobre un mapa despliega estratégicamente sus compañías de soldados, lo mismo hacemos los entrenadores tratando de sacar el mejor provecho de la ubicación y de la característica del jugador que tenemos a cargo. Ese concepto del que hablo en el juego de ubicación o posición es el que dice que cada jugador debe respetar los espacios de intervencion propios y ajenos (el de sus compañeros) y ahí es donde aparece el famoso teorema de Voronoi. Pero ¿Qué es el teorema de Voronoi? El diagrama de Voronoi de un conjunto de puntos en el plano es la división de dicho plano en regiones, de tal forma, que a cada punto le asigna una región del plano formada por los puntos que son más cercanos a él que a ninguno de los otros objetos. Dicho de otra manera, lo que hace dicho diagrama es dividir el plano en tantas regiones como puntos u tengamos de tal forma que a cada punto le asignemos la región formada por todo lo que está más cerca de él que de ningún otro.
Georgy Voronoi fue un matemático ucraniano que en 1907, en los últimos años de la Rusia zarista, recogió el testigo del meteorólogo Alfred H. Thiessen para dividir los planos en regiones. Su premisa es aplicable a las realidades más diversas: para la demografía, al estructurar un país en territorios hasta para estudios sanitarios o de meteorología, pasando por dar los datos decisivos para determinar la localización de servicios primarios para las poblaciones. El funcionamiento de este diagrama de Voronoi es el siguiente: realiza una división del plano en tantas áreas como puntos tiene, de tal manera que cada uno de esos puntos posea un área que englobe todo el espacio que esté más cerca de ese punto que de otro cualquiera. Todas las partes del plano en las que la distancia entre dos puntos es idéntica conforman la frontera entre ambos, y forman un conjunto de líneas rectas. Se trata, en definitiva, de un método que se usa para dividir la realidad en diferentes áreas y establecer territorios de influencia, determinados por la influencia de los puntos. Una manera de agrupar el mundo basándose en el sentido de proximidad que puede verse representada en todos los ámbitos de la vida. El fútbol es uno más de los campos en los que se puede aplicar el diagrama de Voronoi. En su caso, sirve para reflejar el área de influencia de cada jugador en cuanto a la proximidad geográfica, un espacio que varía en función de su colocación en el terreno de juego. Si pensamos en los jugadores sobre el terreno de juego como puntos sobre un plano, podemos asignarle a cada uno de ellos su región de Voronoi que estará formada por los puntos del terreno de juego que están más cerca de cada jugador que del resto. Evidentemente, como los jugadores no están quietos, en general, este diagrama irá modificándose con el tiempo pero nos puede decir, en cada instante, qué equipo está mejor posicionado en el campo.
Si por ejemplo tenemos dos equipos (equipo rojo y equipo azul) que ocupan esta posición:
La ventaja posicional de un equipo sobre el otro puede que a simple vista no esté muy clara, pero si dibujamos el diagrama de Voronoi de los jugadores y coloreamos con dos colores las regiones de influencia asociadas a los jugadores de cada uno de los equipos, obtenemos:
Se puede observar que el equipo azul no sólo ocupa mayor región del campo, sino que sus regiones están todas conectadas, con lo cual se favorecen los pases entre los distintos jugadores de dicho equipo (cosa que no ocurre con el rojo).
Como hemos dicho, este diagrama irá variando cuando se muevan los jugadores pero existen multitud de herramientas que permiten calcular estos diagramas en movimiento.
El fútbol es el juego de los juegos como bien dice el maestro SeiruLo y es debido a su alta complejidad y si es asi porque privarnos de investigarlo a fondo aun sabiendo que es un juego inaprensible para el entendimiento humano precisamente porque esta ejecutado por seres humanos. La ciencia que cada vez esta más metida en este juego nos da la posibilidad de acercarnos a lo que creemos nos va a poder dar respuestas a esas cosas inexplicables que tiene este juego. Bueno lo realmente necesario es que entendamos desde el lugar que nos toca que como bien dije nos acerca a la zanahoria pero que nunca nos va a permitir alcanzarla. Buscar formas de mejorar nuestra metodología en pos de una mejor versión nuestra como entrenadores es un camino maravilloso y que hay que seguir pero siempre alejándonos de la patología del control que tenemos los humanos. Uno propone y el juego dispone. El teorema o diagrama de Voronoi me parece una gran herramienta metodológica para hacerle ver a nuestros jugadores la importancia del uso racional del campo de juego a través del posicionamiento propio y de los compañeros mas alla del rival. Cuando tenemos la posesión de la pelota es el rival quien tiene que trabajar bajo las condiciones que nosotros propongamos y ahí es donde la estructura Voronoi aparece ya que si nosotros respetamos las distancias necesarias de amplitud y profundidad entre nosotros el rival deberá tambien respetarlas y ahí aparecerán los espacios necesarios para usufructuarlos y sacar provecho de ellos.
Esto apunta nada más y nada menos a utilizar a nuestro favor lo que la ciencia nos aporta que va más allá de por ejemplo las estadísticas que cada vez nos someten cada vez más a tomar desiciones a través de fríos números que de sensaciones e interpretaciones del juego. Todo lo que nos ayuda no debe radicalizarse sino fundamentarse. No todo es lo que nos quieren hacer ver menos en un juego de humanos para humanos. Busquemos siempre ayudarnos desde la inquietud asi como lo impredecible del juego nos obliga a aceptar muchas veces lo inexplicable como lógico cuando encontremos respuestas que nos satisfagan por favor sigamos buscando a través de ellas nuevas preguntas.
DIEGO H. FERNANDEZ
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