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diegofer70

La posesión: Si la tengo yo, no la tenes vos.


¿Quién no quiere tener la pelota en su poder?, resulta tan obvio decir que si la tengo yo no la tenes vos que hasta me da un poco de vergüenza el título. Pero este no deja de ser una realidad. No hay nada mejor para defenderse que tener nosotros el control de la pelota, demás está decir que para atacar también. Ahora bien una vez que tenemos la potestad de tener la posesión de la pelota surge un interrogante ¿Para que la tenemos y que hacemos con ella? Me vienen a la memoria innumerables cantidad de partidos antes de que se cambiara la regla de que el arquero no podía tomarla con la mano si un compañero se la daba para atrás dentro dela área (a principios de los años 90), en donde claro, un equipo tenía la pelota pero no pasaba nunca la mitad de la cancha y se pasaba gran parte del tiempo dándose pases entre el arquero y sus defensores. Por algo esa regla se modificó y le dio al fútbol otra dinámica y dejó sin efecto ese comportamiento de especulación de quien realizaba esto. Hoy, como pasa mucho en la actualidad, se confunden muchos términos y se ridiculiza desde el término “tiki-tika” al equipo que durante un partido tiene el mayor porcentaje de posesión pero no genera en el mismo ni una situación de gol. Pep Guardiola amante empedernido de que sus equipos tengan el mayor tiempo posible la pelota en su poder (como todos) declaraba en su momento:

“Yo odio el ‘tiki-tika’. Lo odio. El tiki-tika es pasarse el balón por pasar, sin ninguna intención. Y esto no sirve para nada. No os creáis lo que dicen: ¡El Barça no tenía nada de tiki-tika! ¡Eso es un invento! ¡No hagáis caso!”

Y sin dudas que Pep tenía razón porque ese equipo, un verdadero cisne negro en la historia del fútbol, no solo era el dueño total de la pelota sino que además te ganaba sin dejar ningún tipo de dudas. Pero como siempre digo el técnico debe tener la claridad necesaria desde el lugar que ocupa para ver qué tipo de materia prima tiene y debido a eso cuantas posibilidades de posesión va a tener. La historia también cuenta que equipos con muy poca posesión pero con un poder ofensivo basado en ataque directo lograron títulos muy importantes. El primero que se me viene a la mente es el Velez de Carlos Bianchi en donde confluían tres jugadores esenciales para que eso ocurriera: la pegada de su arquero José Luis Chilavert, y sus dos tanques el “turco” Asad y el “turu” Flores. Diagnóstico y estrategia de juego por parte del entrenador en la cual no se necesitaba tener un alto porcentaje de la posesión para llegar al arco rival y convertir. Por eso siempre cuando hablamos de la posesión es importante tener claro que buscamos con ella. En ataque moverla de la lado a lado utilizando todo el ancho del terreno de juego para generar espacios interlineas o bien para atraer al rival por un sector determinado para usufructuar rápidamente con un cambio de orientación su “lado débil” debido a la basculación que realizo para cercar nuestra posibilidad de avanzar por donde se encuentra nuestra posesión. En este caso hablamos, como se darán cuenta, de un rival en repliegue medio o profundo que nos cierra los caminos y es necesario desde la posesión sacar ventajas. Y acá aparece uno de los errores de los equipos que se enamoran de la posesión de la pelota donde muchas veces no teniendo a un rival dispuesto de esa manera lo primero que hace es dar pases de seguridad cuando la interpretación del juego nos marcaba avanzar con pases diagonales o verticales buscando romper líneas y ser más directos. La posesión nunca debe estar por encima de la lectura del juego y esa está dada por la interacción con el rival. Pero la posesión no solamente tiene que ver con nuestros principios de ataque sino también con el control emocional del juego. La tengo para quitarle ritmo a un partido que no estoy pudiendo manejar y en el que el rival desde su dinámica me está complicando, o un resultado que me está siendo favorable y trato desde posesiones largas no solo que se consuman los minutos sino que también el rival se desgaste en recuperarla.

La pelota es el centro energético del juego y el pase es la comunicación por excelencia. Sin pases no hay posesión, como sin calidad en la ejecución técnica del mismo tampoco. Oscar Cano afirma que el pase bueno es aquel que permite al nuevo receptor seguir mejorando las condiciones de los siguientes receptores. A eso le sumamos algo de lo que ya les he hablado en otros escritos y es la comunicación praxiologica que debemos tener, generando esa socio afectividad tan necesaria para el éxito del funcionamiento de un equipo. Un equipo funciona cuando existe una conciencia colectiva. “Cuando los rivales vean un 4 vs 3 o un 4 vs 4 nosotros tenemos que ver un 11 vs 3 o un 11 vs 4 “dice Paco SeiruLo. La llamada “resonancia empática” ser capaz de anticipar la intención de mi compañero y generar una respuesta motriz que sea complementaria con esas intenciones del compañero.

El colega español Antonio Gandía argumenta: El “juego de posesión” no existe como estilo de juego en realidad. Ningún equipo juega solamente a tener el balón, sin más objetivo que ese. Quizás alguno puede llegar a hacerlo en una determinada fase de un partido, pero nunca como un fin. Es más, este mal llamado concepto de “juego de posesión” no implica ni estructura ni intención táctica específica alguna. Tampoco aclara en qué zonas se realiza prioritariamente la posesión, el tipo de pases más comunes, la ubicación de los futbolistas o sus movimientos a desarrollar. Dentro de esos equipos que realizan un juego ofensivo con alto nivel de posesión, los más habituales son aquellos que concentran a muchos jugadores cerca del balón, sin una organización demasiado clara, abandonando estas zonas de juego importantes y llegando a quitarse espacios unos a otros en ese afán por tener el balón. Por lo tanto, es un término completamente abstracto, utilizado de forma bastante ignorante para agrupar genéricamente a todos aquellos equipos que tratan de disponer de un estilo de juego con un mayor nivel de posesión de balón que los rivales. Pero claro, en estos términos tan ambiguos, se podrían incluir, por ejemplo, equipos tan distintos como el Barça de Cruyff o el Manchester United de Alex Ferguson. ¿Sería posible agrupar a estos dos conjuntos dentro de un mismo estilo futbolístico? Imposible.

Volvemos al inicio donde yo preguntaba quien no quiere tener la pelota en su poder, absolutamente todos la queremos tener pero no tenerla por tenerla sin no logrando una posesión de pelota productiva y esto es con beneficios múltiples dándole valor para lastimar al rival y para defenderse del mismo. En resumen, para buscar una posesión de pelota productiva en un equipo se deben contar con jugadores de buena habilidad técnica, buen dominio de la pelota, visión de juego y con tendencia a desempeñarse mejor en colectivo como dijimos un poco más arriba.

Un entrenador con una idea de juego predominante en posesión, tiene que incluir en sus entrenamientos ejercicios de técnica del fútbol y dominio en contextos similares a la competencia. A su vez, debe tener buen ojo para seleccionar jugadores que se adecuen al juego de posesión, y finalmente suficientes recursos tácticos explotables para afrontar un estilo que suele ser muy difícil de manejar. La posesión siempre será importante y clave. Tener la pelota en nuestro poder nos da el control del juego siempre y cuando sepamos qué hacer con esa posesión, tenerla por tenerla no es negocio como perderla rápido tampoco. Lo que si tengo muy claro que tenerla quiero que mi equipo la tenga siempre, después depende de nosotros los entrenadores generar desde el entrenamiento y el mensaje (la intención) como vamos a utilizar la posesión de la pelota.

En el fútbol hay algo mucho peor que perder un partido y es estar todo el tiempo corriendo detrás de la pelota mientras otro la disfruta.


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