“En cada paso de una sucesión estocástica hay una nube de probabilidades que son definidas en el paso anterior de dicha sucesión. El término aleatorio se aplica en eventos azarosos lo cual no es el caso del fútbol. El fútbol no es totalmente azaroso ni totalmente determinista. Es estocástico.” Jana Rodríguez Hertz (2019)
Se denomina estocástico a algo que tiene una distribución de probabilidad aleatoria o patrón que puede analizarse estadísticamente pero que no puede predecirse con precisión. Eso es exactamente lo que sucede en nuestro deporte, nada pero nada se puede predecir con exactitud, tal vez sea el deporte donde la lógica brilla por su ausencia y la estadística tiene el máximo margen de error. El juego ejecutado por humanos le saca la lengua a la big data, ya que si bien esta nos acerca el numero frio de la estadística que colabora con nuestros análisis no tiene la certeza de lo que puede llegar a pasar en el juego, ya que este va variando y su imprevisibilidad es lo que hace de él un juego tan cambiante, ilógico y apasionante.
El maestro Dante Panzeri escribía hace muchísimos años el hoy reivindicado libro Fútbol: Dinámica de lo impensado, y los años van pasando la tecnología se hace cada vez más presente pero el juego sigue teniendo la incertidumbre que tenía en sus inicios. Esto no tiene nada que ver con su reglamento que aunque haya cambiado algunas reglas sigue siendo en esencia el mismo sino por quienes lo ejecutan nada más ni nada menos que seres humanos con sus emociones, sentimientos y construcciones únicas e inimitables. El neurólogo y psiquiatra Víctor Frankl decía “Como predecir la conducta del hombre, se pueden predecir los movimientos de una máquina, de un autómata, más aún se pueden predecir los mecanismos o dinámica de la psique humana pero el hombre es más que una psique”. Por eso tanto los entrenadores como los jugadores debemos convivir con la incertidumbre del juego, es algo que no se puede manejar por más que trabajemos exhaustivamente para contrarrestarla ella nunca dejará de estar presente. No es algo fácil de aceptar de hecho nadie lo acepta más bien se toma con resignación y nos resulta imposible confirmar que durante el juego se producen situaciones a las que no le podemos encontrar explicación y por lo tanto tampoco la solución, es eso que se encuentra entre lo azaroso y lo determinista, ósea el punto exacto donde el fútbol se vuelve un fenómeno estocástico como definimos al principio del artículo.
Los seres humanos según mi punto de vista tenemos la “patología del control”. Todo el accionar del mundo está regido por esa patología y eso se ve a cada paso que uno da. El ser humano creo las religiones para controlar la fe, construye diques, túneles, jaulas para controlar la naturaleza, fármacos para controlar nuestra salud y también para modificarla etc. Y cuando hay algo que no se puede controlar y el ser humano no encuentra él por qué, en ese momento se produce en él una sensación de temor de tener algo en frente que no puede controlar. Y el fútbol no podía ser la excepción a eso, cada vez analizamos el juego más minuciosamente a veces buscando un patrón de juego ante lo imprevisible o lo fortuito de una situación de juego, nos enfocamos en reducir el margen de error al mínimo aunque sepamos que lo mínimo muchas veces se transforma en máximo. Y mientras transitamos ese camino emocional luchando contra la incertidumbre que no aceptamos, ganamos y perdemos. Trabajando siempre para que lo que suceda sea por causalidad y no por casualidad ¿Por qué? qué tipo de entrenador seria aquel que deja las cosas al libre albedrío sin analizar todos los detalles al máximo. Seria tal vez uno que ganara y perdiera de la misma manera que todos pero mejor no tratar de averiguarlo sino tendríamos que caer en la confirmación de que la incertidumbre domina el juego y por ende el resultado algo que nosotros no estamos dispuestos a aceptar.
Un pasaje de la biblia reza “Lo que es demasiado maravilloso para ti no lo indagues y lo que está más allá de tus fuerzas no lo investigues” indudablemente en el fútbol actual podemos declararnos si fuéramos practicantes de esta religión absolutos pecadores. Big data, GPS, software de video análisis, drones etc. ya forman parte de nuestro día a día y no creo que ahí se quede la tecnología aplicada al fútbol. Si bien todo lo nombrado ha llegado para colaborar con todos los que formamos parte de este universo, nunca debemos dejar de lado el criterio, nuestra intuición, nuestra interpretación del juego según las sensaciones que absorbemos desde nuestra sensibilidad y por sobre todas las cosas las relaciones humanas y como estas repercuten en la convivencia grupal para lograr una armonía y un equilibrio que nos conduzca a los objetivos planteados. Agrego una sentencia de cesar Luis Menotti que dice “El entrenador debe tener su manual interior rescatado del fútbol que vio, del fútbol que siente, de la interpretación que le dé ese fútbol”
El maestro Ernesto Sábato en una entrevista del año 1977 respondía a una pregunta del conductor acerca del ser humano y el avance tecnológico con esta reflexión “El hombre conquisto el mundo de las cosas, pero con un gran riesgo para su alma ha terminado por cosificarse, el mismo se transformó en cosa”. Por eso tratemos de aceptar algunas cosas que están fuera de nuestro alcance sabiendo que eso no es un signo de debilidad sino de inteligencia y por favor tengamos cuidado de que el fútbol no se transforme en una cosa sin alma, pasión y sentimiento, él no se lo merece.
留言