La semana pasada les hablaba del vertiginoso e infeccioso espectro social del que somos parte debido a la inmediatez e insatisfacción en la que vivimos. El fútbol no está ajeno a ello ya que forma parte del ADN cultural de nuestra sociedad. Desarrollado a grandes rasgos en la columna que precedió a la que usted está leyendo yo les comentaba que todo ese entorno incidía de forma directa en el futbolista, modificando sustancialmente su comportamiento, que tiene muchísimas diferencias con el protagonista principal de años atrás. Ahora bien que ha hecho el mundo del fútbol para generar anticuerpos en la mente del futbolista y tratar que el daño sea disminuido a su máxima expresión. Ha logrado conformar equipos multidisciplinarios en pos de tener cubiertas todas las necesidades que el futbolista actual requiere para ejecutar su máximo potencial.
Primero y principal expondré mi parecer de cómo se debe conformar la estructura que trabajara de forma intensiva en la mente del futbolista. Se debe tener en claro que la biología nos da un cerebro y el transcurrir por la vida una mente, entonces todo ser humano se debe preocupar por ver que mente quiere que acompañe a su cerebro. Yo divido esta estructura en tres partes cada una con sus deberes y responsabilidades:
Área de Neurociencias: Entrenar el CEREBRO
Área técnica y condicional: Desarrollar la MENTE (intelectualizar)
Área Psicológica: Entrenar la MENTE y gestionar las EMOCIONES
Vemos las responsabilidades que tienen las tres áreas en la difícil tarea de trabajar sobre lo invisible y más preciado del deportista. El área de neurociencias entrenara el cerebro para lo que solicita el juego de hoy, tener la lucidez y rapidez mental en la tan nombrada “toma de decisiones”. Para esto se buscan ejercicios que estimulen la toma de decisión, factor clave de su inteligencia. De acuerdo a la teoría de las inteligencias múltiples, “el deporte es una competencia cognitiva, dentro del contexto de la inteligencia cinético corporal; donde el deportista manifiesta un grado de apropiación de la habilidad, la instrumentación y a través de la práctica sistemática pule las habilidades en estructuras de conjunto, constituyendo una nueva habilidad y así sucesivamente hasta el conseguir el comportamiento atlético”(Dosil, 2002). Actualmente se utiliza en el entrenamiento mental, buscar colores, luces y diferentes formas, ejercicios válidos a la hora de desafiar nuestro cerebro.
El área técnica y condicional con sus metodologías de trabajo tendrá como objetivo desarrollar el intelecto del futbolista no solo para lo que tenga que ver con el juego mismo sino también preparando personas aptas para la sociedad demandante en la que se vive, tanto como hablamos de un fútbol que no se distingue de la sociedad debemos hablar de un futbolista que no se diferencie de las personas que la componen. Generar compromiso con las situaciones particulares de cada uno impactara de lleno en el comportamiento que se verá en el campo de juego. En muchos casos el jugador delega actividades y delegar genera comodidad, estancamiento y ocio palabras que llevadas al extremo no son buenas consejeras. Por ultimo vemos el rol del departamento de Psicología deportiva que por todo lo que hemos hablado tiene la función más importante de la estructura proveer al futbolista de las herramientas necesarias para gestionar sus emociones tanto en la adversidad como en el éxito.
Morilla y Rivera (2014) relatan que el fútbol presenta una elevada exigencia desde el punto de vista psicológico. De la experiencia y el análisis que distintos expertos han realizado sobre el mismo, se desprende que una de sus mayores dificultades radica en la gran cantidad de información externa que debe gestionar el futbolista, en el poco tiempo del que dispone para hacerlo y en conseguir que su estado psicológico no interfiera sobre ese análisis ni su consecuente resolución.
¿Qué hacen los Psicólogos Deportivos? Básicamente tienen 2 objetivos:
-Por un lado se busca acompañar al desarrollo psicológico, de la salud y el bienestar de los individuos a lo largo de su vida.
-Por otro, optimizar el rendimiento. Que el deportista pueda estar al máximo de sus posibilidades. Esto se hará mediante el entrenamiento mental de diferentes variables psicológicas (concentración, motivación, nivel de confianza).
El deporte supone determinadas exigencias psicológicas siendo la competición el eje central, y sin esta, sin lucha por la victoria y superación personal, dejaría de ser deporte para convertirse en una actividad física o lúdica. Todos los futbolista (independientemente de la edad, posición, experiencia deportiva)reciben y/o se auto imponen presiones de diferentes maneras. Algunos desencadenan ira, ansiedad, miedo que derivan en desconcentración, desmotivación, tensión psíquica elevada y síntomas psicosomáticos; aumentando la probabilidad de un pobre rendimiento deportivo.
Para hacer frente a esto se busca trabajar con los entrenadores las maneras de comunicar, su liderazgo, la forma de trabajar la cohesión de su grupo, cómo gestionar sus emociones.
Como vemos el fútbol desde adentro ha encontrado soluciones para salvaguardar lo más preciado que tiene sus protagonistas. Sin embargo este camino es arduo y duro por la exigencia cada vez mayor a la que el futbolista está sometido, por eso es fundamental tomar conciencia de las acciones que emprendemos quienes formamos parte del mundo de la pelota, ya que en cada acción podemos colaborar en la mejora de la situación o por el contrario pasar al bando contrario al de la inmediatez de triunfo, al de dividir triunfadores de perdedores, al de exitosos o fracasados. Todos términos que lo único que hacen es seguir poniéndole oscuridad a un juego que lo único que transmite desde su verde escenario es la búsqueda de la felicidad de quienes todavía se emocionan por una gambeta de su jugador preferido, un gol del equipo que son hinchas o por el sueño de gritar dale campeon al final del torneo dando la vuelta olímpica.
Comments