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diegofer70

El fútbol del todo vale.


¿Cuánto podríamos separar el fútbol de la sociedad? Hasta qué punto existe una línea divisoria que los puede separar o por el contrario si no existe una línea que los divida. Cuando hablamos de violencia en el fútbol, ¿esta no existe en las calles día a día?, cuando decimos que la gente va a la cancha a insultar seguramente andamos por la vereda del barrio con tapones de algodón en los oídos porque vaya si la gente también insulta en la calle. Una vez una maestra ante un alumno que dijo en plena clase un improperio alzando la voz le dijo: Roberto esto no es una cancha de fútbol para decir malas palabras. Y yo debo decirle querida maestra que las malas palabras no se deberían decir ni en una clase ni en una cancha de fútbol ni en ningún lado. Pero sigamos avanzando en lo que al sistema del fútbol se refiere y observemos con mucho dolor este libertinaje de acciones con las que se manejan abiertamente muchas cuestiones alejadas de los buenos modales, la ética, los valores y las buenas costumbres. Se puede atribuir esto a muchos personajes de ocasión que ven en el fútbol un lugar propicio para realizar sus negocios (estas personas no son criados como deportistas ni piensan como ellos, son empresarios o negociantes y todos sabemos que los negocios y el corazón no son compatibles precisamente para que tengan éxito). La aparición de determinadas personas se da cuando existe un hueco donde por una razón u otra hay algo que no se puede resolver y esto puede ser algo económico u algo legal, etc.

De esta manera cuando un jugador no sabía negociar un contrato o le era difícil conseguir un club los agentes, representantes o intermediarios era necesario que entraran en acción. Al igual que la necesidad de los jugadores los clubes también por sus malos manejos económicos necesitaron de estos empresarios no nacidos del fútbol y también de la política de turno para que les saquen las papas del fuego, pero cuando uno le vende el alma al diablo sabe que en algún momento este vendrá a cobrarse lo que le deben y así fue. El futbol nuestro es un sistema operativo con muchos virus y la culpa no es completamente ajena ya que los principales protagonistas desde el silencio, la necesidad u la omisión dejaron que el monstruo crezca y una vez que asomó totalmente la cabeza fuera del pantano ya era imposible detenerlo. Y el circulo se ha viciado tanto que los que están fuera de él les cuesta entrar y a los que están adentro les cuesta salir porque una vez adentro las reglas son bastante peculiares. Los favores se pagan y muchas veces de la peor forma, haciendo silencio ante determinadas actitudes porque no vaya a ser cosa que esto le caiga mal a alguien y no me den más trabajo. Entonces aquel que sale a hablar algo que todos ven y nadie dice, como el cuento del rey está desnudo, es tratado de loco, resentido o traidor a la causa. Por eso pareciera que es mejor vivir como viven muchos “anestesiados” por el sistema que despiertos y reflexivos. Pensar es el trabajo más difícil que existe, quizá sea esta la razón por la que haya tan pocas personas que lo practiquen declaraba Henry Ford ahora imagínense encima con un sistema que te lo constriña o dirija.

Pero vale la pena aclarar que en como todas las profesiones tenemos de todo y es bueno decir que existen excelentes personas que dedican su vida a la representación u intermediación de jugadores como políticos que colaboran muchas veces desinteresadamente por el crecimiento de los clubes. Diríamos que hay luces en este túnel oscuro que todavía están encendidas y son la que hacen que el camino pueda transitarse con esperanza. Ahora bien el problema doloroso es cuando los principales protagonistas llámese jugadores y entrenadores rompen las reglas sagradas con las que hemos crecido en el mundo del deporte, cuando esos valores son atravesados por la ambición de llegar a determinados lugares a cualquier precio me genera una angustia difícil de digerir. Uno puede aceptar a regañadientes que alguien de afuera no respete cosas nuestras pero que uno de nosotros lo haga es literalmente una trompada en la cara. Francisco Alcaide Hernández dice que “El éxito no consiste solo en alcanzar resultados sino en hacerlo sin dejar de lado la ética” y acá llegamos al momento en que lo que importa es tener éxito y la ética ¿Qué es la ética? Entonces jugadores les prometen a tres clubes distintos que van a jugar para ellos, dirigentes aseguran de palabra a un jugador pero después no lo contratan, entrenadores le birlan el refuerzo a otro o se muestran muy sueltos de cuerpo haciendo lobby cuando colega está en la cuerda floja y así podría contar un montón de ejemplos que vemos a diario porque lo que menos importa es tener ética lo que único que vale es llegar a la meta.

La empatía es un bien en extinción que me importa el otro yo tengo que conseguir resultados como sea y si ese “como sea” es pasando por encima los valores que me inculcaron no importa porque y ahí aparece la excusa perfecta “si no lo hago yo me lo hace el otro” entonces bajo ese lema siga siga el baile. Hace un tiempo hablando con un colega sobre la importancia de inculcar valores a los jugadores me decía que la gente se queda con la frase “No le hagas a otro lo que no te gusta que te hagan a vos” pero que sería bueno ir mas allá y proponer hacerle al otro lo que te gustaría que hagan con vos y que de esa forma tendríamos una mejor sociedad y vaya si estoy de acuerdo. William Winter decía que la expresión del yo es la necesidad dominante de la naturaleza humana y de eso también se nutre este sistema para sacar su tajada. El futuro está en manos de la juventud pero la juventud está en manos de quien la forme por eso es tan importante el rol de los entrenadores en el accionar desde el ejemplo y la palabra, es nuestra responsabilidad generar para el futuro lideres positivos en el mundo del fútbol. El hombre si no quiere dejar de ser hombre debe alimentar valores recuperar los perdidos o avizorar otros nuevos leía en el escrito ¡Oh deporte! De J.M. Cagigal, los valores nunca deben perecer ni aun en el peor momento de nuestra existencia esa donde las miserias humanas salen a flote. El respeto no es solamente decir buen día y hasta luego cuando uno entra o sale de un lugar sino también la forma de manejarse en determinados ámbitos de una profesión ya que nada que atente contra un par puede denominarse un acto respetuoso y cumplir las reglas es una de esas cosas a las cuales no podemos faltar aunque vivamos en una sociedad que naturalice cosas y que según quien las realice pueden estar mal, bien o regular por eso de que se busca quien fue para justificar por encima del acto que se haya realizado. En este caso me viene muy bien volver a mi infancia más precisamente a la escuela primaria donde las máximas del General Don José De San Martin nos marcaban los valores con los que él comandaba a sus soldados y me acuerdo muy claramente una que siempre me dejo marcado:

Cuenta una anécdota q una vez el General San Martin había dado la orden de q ningún integrante del ejercito podía entrar con espuelas al lugar donde se guardaban las armas la pólvora y demás explosivos. Un buen día el general se presentó en la puerta del lugar y al querer pasar con espuelas fue detenido al instante por el guardia de turno el general con vos imperativa dijo q le pasa soldado soy el general déjeme pasar a lo q este respondió mis respetos general pero tengo orden de q no pase nadie con espuelas el general insistió para probar al guardia y al ver q este no retrocedía en su decisión se sacó las espuelas y paso al otro día el enorme Don José de San Martin condecoró al soldado que no le permitió el acceso al lugar restringido haciendo respetar una orden q el mismo había dado. Viene muy bien este ejemplo porque muchas veces se aprovecha el poder un apellido o las relaciones para saltarse reglas que terminan faltándole el respeto a los colegas. Cosa que después queda en el olvido porque como todos sabemos una sociedad exitista y ganadorista no vive de los valores y la ética sino de resultados y si este es positivo poco importa como ocurrió lo que ocurrió sino que lo importante es ganar.

Muchas veces un pesimista es un optimista bien informado y me cuesta mucho hacer la vista a un lado cuando veo algunas situaciones cada vez más frecuentes y naturalizadas que atentan contra mi deporte y mi sociedad si bien mi palabra es una gota de agua en medio del océano no dejo de pensar en la madre Teresa de Calcuta diciendo que el océano no sería el mismo sin esa gota. Y la unica forma de batallar no es desde la omisión y el silencio sino desde la palabra y los actos porque lo mas cómodo seria renunciar a ser parte de él (eso es a lo que aspiran los que lo perjudican, cuanto menos reflexiones menos problemas) pero por el contrario acá estoy con muchos otros desde la trinchera que nos toca batallando por un fútbol y una sociedad cada vez mejor.

“Circunstancia y decisión son dos elementos radicales de que se compone la vida. La circunstancia es lo que llamamos el mundo. La vida no elige su mundo sino que vivir es encontrarse en un mundo determinado e incanjeable. En este de ahora nuestro mundo es la dimensión de fatalidad que integra nuestra vida” Ortega y Gasset


Diego Hernán Fernández


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