De repente la madre entra en la habitación de su hijo adolescente y se toma la cabeza no puede creer lo que ven sus ojos el desorden es indescriptible, enseguida toma la desicion de pasar varias horas de su dia para acomodar semejante desastre, despues de haber cumplido su cometido y antes de cerrar la puerta se siente realizada ahora si esto parece el cuarto de un muchacho como el que ella desea, cada cosa en su lugar bien acomodada nada que se confunda entre libros y cds o entre ropa y elementos de estudio.
La tranquilidad con la que la madre se había quedado despues de ordenar la habitación se le fue en pocos minutos de la llegada de su hijo que a los gritos desde ella le preguntaba Mamá ¿dónde estan los calzoncillos? ¿dónde estan las medias? ¿dónde está el libro de historia? etc. Quedaba muy claro que su hijo tenía todo en su mente ordenado como el lo quería y el encontraba todas las cosas que necesitaba estando desparramadas donde el sabia que estaban en conclusión el tenía orden en el desorden.
Utilizaremos este ejemplo de la vida diaria para asociarlo al ataque del futbol donde nosotros tendremos que desordenar con orden el nuestro para desorientar al rival como el hijo a la madre, cuando la fase defensiva rival vaya a los lugares comunes de ataque nosotros desde nuestro lugar seremos los que decidiremos por donde lastimar buscando variantes que para muchos sean desordenadas pero no para nuestro orden.
En esta fase lógicamente entra en juego la improvisación, la lectura de juego, la repentización y jerarquía del jugador que a todas esas cosas le agregara los detalles tacticos y estrategicos del entrenador.
Lo que parecerá un desorden colectivo del ataque para los que defienden solo será para nosotros jugar al engaño y a la anticipación de la defensa sabiendo que en cualquier situación de la vida pegar primero siempre te da ventajas.
Tendremos los entrenadores ser inteligentes para darnos cuenta de nuestro orden en el desorden cada cual con su teoría y metodología pero siempre con un solo objetivo llegar a marcar las diferencias que nos den el triunfo.
Order in disorder.
Suddenly the mother enters the room of her teenage son and holds her head can not believe what her eyes see the disorder is indescribable, then she makes the decision to spend several hours of her day to accommodate such a disaster, after having fulfilled her task and before closing the door she feels fulfilled now if this seems like a boy's room like the one she desires, everything in its well-placed place, nothing that is confused between books and CDs or between clothes and study items.
The tranquility with which the mother had stayed after ordering the room was within a few minutes of the arrival of her son, who shouted at her from her mother, where are the underpants? Where are the socks? Where is the history book? etc. It was very clear that his son had everything in his mind ordered as he wanted it and he found all the things he needed being scattered where he knew they were in conclusion he had order in the mess.
We will use this example of daily life to associate it with the attack of football where we will have to mess with our order to disorient the rival as the son to the mother, when the rival defensive phase goes to the common places of attack we from our place will be We will decide where to hurt looking for variants that for many are disorderly but not for our order.
In this phase logically comes into play improvisation, game reading, the suddenness and hierarchy of the player who added to all these things the tactical and strategic details of the coach.
What will seem like a collective disorder of the attack for those who defend will only be for us to play the deception and the anticipation of the defense knowing that in any situation of life hitting first always gives you advantages.
We will have the coaches to be intelligent to realize our order in the disorder, each one with its theory and methodology but always with a single objective to get to mark the differences that give us the triumph.
Buenísimo Diego👏👏👏